Obra sencilla, minimal, blanca, sensible. Iluminación íntima para cada una de las obras. Participación absoluta del público que descubre jugando como su mirada completa la obra.
Este es el trabajo de los últimos tres años de Alberto López Burgés. Hay un proceso, desde la creación de paisajes infinitos hasta el encuentro con las proyecciones que generan formas.
Son en muchos casos, obras de bolsillo, o de bolso. Obras de pequeñas dimensiones, que se hacen grandes al ser activadas, bien por la mirada, bien por la luz que las mira.
UNA NUEVA OBRA.-
Por motivos de transporte no estuvo con nosotros el día de la inauguración. Desde el sábado pasado, en el centro dela sala se puede mirar un paisaje infinito de Alberto López Burgués desde dentro. Es la pieza mayor de todas con diferencia. Aquí el efecto es totalmente inverso. El paisaje infinito nos rodea. Esta vez, es aun mas minimal, si cabe.
fotos de Cristina Ordoñez y Pere Folguera
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